Semiótica-narrativa.

A.J.Greimas.
A.J. Greimas, dentro de sus investigaciones, le otorga a la semiótica-narrativa un nuevo enfoque sobre el estudio del personaje, el cual, parte de la clasificación que realizó Vladimir Propp sobre el cuento maravilloso. El esquema actancial, modelo que utilizó Greimas tanto para el análisis de los personajes como para la estructura de los cuentos, le ofrece la capacidad de analizar las funciones narrativas de los personajes partiendo de la organización sucesiva de los enunciados.

Al igual que Propp, el autor afirma que el cuento tiene una misma estructura formal, a diferencia de que la estructura que plantea Greimas parte de tres secuencias: en todo cuento encontraremos pruebas que el personaje ha de aceptar y superar.

a) Prueba calificante: el sujeto ha de adquirir una competencia (modalidad) la cual le permitirá actuar. Despues de que este acepte su misión, tendrá que pasar por una prueba que mide si es apto para realizar dicha misión, los cuales pueden ser rituales de iniciación, entrenamientos, concursos, entre otros) puede llegar a ser tanto positiva como negativa y es llevada a cabo antes de cualquier ejecución hecha por el sujeto.

b) Prueba decisiva o principal: el sujeto lleva a cabo la misión que ha de cumplir, obtiene el objeto deseado, el cual constituye la razón de ser de la misión y lo hace mediante el enfrentamiento con un antagonista o anti-sujeto.

c) Prueba glorificante: esta prueba se cumple cuando el sujeto es reconocido por lograr concluir con su misión.

Por otro lado, las 31 funciones de los personajes que Propp había establecido, es reducida por Greimas en seis actantes, los cuales son definidos a su vez por relaciones paradigmáticas o de oposición.

a) Destinador – Destinatario.
b) Sujeto – Objeto.
c) Ayudante – Oponente.

Para Greimas estos dos últimos tipo de personajes son auxiliares, por lo tanto pueden o no presentarse en el relato. Las relaciones que pueden darse entre los actantes se presentan de tres maneras:

a) Relación de deseo: conecta al sujeto con el objeto, es decir, el deseante con lo deseado. De esta forma se construye el eje principal, según Greimas, de todos los enunciados narrativos principales.

Dentro de este tipo de relación, encontramos dos tipos de enunciados: enunciados de ser/estar y enunciados de hacer transformador: el primero hace referencia a un sujeto de estado (el enlace con el objeto puede ser de unión o escluyente); el segundo hace referencia a un sujeto que se transforma a medida que transcurren los diferentes enunciados (puede adherirse o distanciarse de los enunciados basicos de ser/estar).

b) Relación de comunicación: une al destinador con el detinatario a través de un contrato, el cual se realiza a partir del sujeto con el objeto de deseo. En todo caso, el destinador interfiere en el sujeto para que este lo desee y es el destinador quien lo recibe, por último será este quien reconozca el cumplimiento de su misión.

c) Relación de lucha: surge para complicar o interrumpir los dos tipos de relaciones anteriores, de deseo y comunicación. Está constituida como un eje secundario y se encuentra sometida por una relación de poder.

Por otro lado, dentro de la teoría semiótica, Greimas, parte de los tres niveles de significación para realizar el análisis de los cuentos:

a) Estructura de superficie: está constituido por el orden lineal o la sucesión de enunciados, en cómo están organizados los actantes y la estructura narrativa. Nivel perifrástico.

b) Estructura profunda: se construye a partir de la intencionalidad y el sentido que tenga un texto.
c) Manifestación: se trata del nivel discursivo. Es donde los actantes tomar forma y se presentan de la misma forma como le lector los percibe.

La única manera de definir a un personaje, tal como expresa Greimas, debe hacerse por lo que este es y establecer su relación con el objeto de valor, a su vez, el objeto de valor es definido por la relación que este posea con el personaje. El ser y hacer son dos elementos que se encuentran intrínsecos dentro dentro de las secuencias, ya que, comparten una misma situación y desean el mismo objeto de valor. Por un lado el hacer está presente dentro de un personaje que está en constante cambio o mutación, por lo que explica de alguna manera su forma de ser dentro de la estructura narrativa.

Greimas también explica cómo se construye el personaje dentro de la estructura narrativa a partir de otros tipos de enunciados que no se encuentran en total sucesión, es decir, “una secuencia de acciones y las pruebas que describen y explican el cumplimiento de su “programa narrativo”, lo cual sería un nivel sintagmático. Según el autor de este modelo, también es necesario que existan o coexistan enunciados diversos y contradictorios, que conformaría un nivel paradigmático, he aquí tales enunciados:

a. Partida del héroe vs regreso;
b. Creación de la falta vs liquidación de la falta;
c. Establecimiento de la prohibición vs transgresión de la prohibición;
d. Carencia ( disyunción entre el personaje y el objeto de valor vs liquidación de la carencia (conjugación del personaje y el objeto de valor);
e. Ruptura del contrato vs reestablecimiento del contrato.
En últimas instancias, el análisis del personaje es, Según Todorov que habla sobre el modelo de Greimas, “identificar y jerarquizar los ejes semánticos fundamentales, exclusivos o compartidos, que van cerrando el sentido del personaje a través de las transformaciones del texto y del conjunto del relato como sistema”.


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